Escenografía para MESBG: Tablero con fisuras

Un bimestre más, he participado en el Desafío de Escenografía de La Guerra del Anillo y he aquí el resultado de los dos últimos meses de trabajo.

En esta ocasión, volví a revisar qué proyectos tenía en la lista, pensando en terminar con alguna de las mesas de juego de alguno de los suplementos, decantándome finalmente por el de Las Dos Torres (de la primera edición de Middle Earth Strategy Battle Game) y su escenario «La última marcha de los Ents«. En él, se ven unas fisuras en la roca y que originalmente serían elementos móviles. Al principio pensaba crearlas así, pero al ver que tenía los últimos restos de una plancha de poliestireno de la medida justa, decidí hacer dos secciones de tablero que formasen la mesa de juego donde desarrollar el escenario. Además, pensando un poco en el futuro próximo, se me ocurrió que podría añadir algunas secciones más y que representarían ríos de lava, tal y como se podían ver en un artículo de la White Dwarf sobre el terreno de Mordor.

Lo primero que hice fue cortar la plancha que aún tenía en dos partes iguales. Dudé si realizar los cortes de las fisuras en ese momento o no, y me decidí por lo segundo.

Me agencié en la tienda de Bellas Artes del barrio un par de planchas de DM que tenían de sobra, las corté a la medida de las partes de la plancha y pegué el poliestireno a la madera. El DM era de 5mm, lo suficientemente resistente para aportar la consistencia de la que el poliestireno carece, pero no demasiado pesado.

Antes de pegarlo todo con cola blanca, comprobé cómo encajarían mejor las partes de la plancha, ya que (por ahora) he dejado esa especie de machihembrados que lleva la que tenía. Para asegurarme de que no me confundiría al pegarlo, marqué con lápiz cada pieza.

Para que el secado fuera mejor y no se combase en ningún momento, coloqué sobre cada sección un pila de libros.

Cuando la estructura básica estuvo seca, dibujé sobre el poliestireno la situación de las tres fisuras descritas en el escenario del suplemento. El dibujo que se ve en la imagen inferior es muy cuadriculado, pero obviamente no era la idea de la fisura, sólo se trataba de situarla.

El siguiente paso fue realizar las fisuras en sí en los lugares marcados. El suplemento proponía realizar fisuras independientes y cortarlas con una sierra especial para poliestireno. Dado que decidí pegar las planchas a la madera, el cutter era la mejor opción.

Lo siguiente fue texturizar todo. Para ello cubrí ambas secciones de tablero con cola y rocié la arena de decoración que vengo usando últimamente y de la que ya he hablado en entradas anteriores. Bueno, todo no lo cubrí, puesto que las fisuras así como la parte del poliestireno que penetra en ellas, iban a ir sin texturizar, para representar las rocas del interior de la tierra.

Para asegurarme de que la arena iba a quedar bien fijada (a pesar de que siempre puedan producirse algunas «pérdidas»), rocié los tableros con una mezcla de agua y cola blanca, usando el pulverizador que ya he usado en otras ocasiones y que adquirí en un bazar.

Aproveché ese paso para incorporar algo de variedad en el terreno, y le pedí a mi hijo pequeño (4) que sacara «miguitas» de poliestireno de un trozo que le di. Puse cola en algunos puntos y él fue depositando las «miguitas» sobre ella. Aunque quería que el tablero fuera eminentemente liso para poder colocar sobre él las peanas de los andamios u otros elementos de escenografía, con estas adiciones rompía algo la uniformidad.

Para la pintura volví a recurrir a Acrylic Studio de Vallejo, usando el Sombra Tostada y el Negro Óxido de Hierro para la capa base. Apliqué los dos colores en diferentes zonas, para que los elementos de escenografía que tengo pintados en uno u otro color base pudieran fundirse mejor en él. Sobre el Sombra Tostada di un pincel seco de Titanio Crudo, y sobre el Negro uno de Gris Medio.

Las fisuras las pinté con el mismo Negro y apliqué el mismo pincel seco de Gris, al que sumé uno de Blanco Titanio Rutilo. Al aplicar los pinceles secos «manché» las fisuras en sí, así que repasé el interior con una nueva capa de Negro.

El aspecto en la perspectiva aérea es realmente extraño, supongo que a consecuencia de la luz que había en el momento de tomar las fotos.

Para dar mayor homogeneidad y unificar las tonalidades del terreno, todo lleva un último pincel seco suave de Blanco Titanio Rutilo.

Por último, añadí zonas de césped con la mezcla de hierba negra de War World Scenics y la amarilla de Green Stuff World.

Aún tenía que solucionar la separación que quedaba en algunos de los perfiles del entre la plancha de poliestireno y el tablero de DM. Para ello opté por usar la masilla tapa agujeros que ya he usado en otras ocasiones. Seca rápido y es muy fácil de usar, además se limpia con agua. Una vez seca, pinté todos los perfiles con Negro.

Pensé que estaría bien crear algún tipo de pasarela con troncos que diera algo de juego en algunos escenarios, pero no terminé de decidirme. Aunque con poner algunas ramitas creo que bastaría para permitir el paso.

Aquí el tablero terminado con los andamios que ya tenía construidos.

Y aquí, con los afloramientos rocosos que hice para Mordor y que realicé a comienzos de este mismo año (aquí).

Viendo el resultado, y pensando en el último desafío del año, voy a crear dos secciones más de tablero, pero incluyendo fisuras volcánicas tal y como se proponía en algún artículo de la White Dwarf. Veremos el resultado en un par de meses.