Sherlock Holmes. Crime Alleys, una reseña (destripando algo)

Hace ya tres años que comencé mis lecturas en el universo de Sherlock Holmes creado por Sylvain Cordurié, en el que me inicié al descubrir los volúmenes que rescataban historias fabulosa vinculadas a vampiros o el mismísimo Necronomicón. Sin embargo, ya comenté al terminar la que creía una trilogía (aquí) que había dado con la que sería la cronología exacta de este peculiar «Sherlockverso», y en la que al comienzo de todo estarían los dos volúmenes que componen la saga subtitulada: Crime Alleys/Callejones del Crimen.

Para mi tranquilidad, descubrí también que esa lectura no era fundamental para comprender las siguientes historias, ya que podía leerse de forma independiente. Sin embargo, quería rescatarla y seguir conociendo lo que Cordurié había creado.

Ha pasado tiempo tiempo desde entonces, pero finalmente el esperado título cayó en mis manos y he conseguido dar cuenta de él. Por lo que era obligado una entrada en la que reseñar mis impresiones.

Yermo Ediciones vuelve a ser la responsable de traernos en español los dos volúmenes que componen esta arco argumental, pero en un único libro. Fantástico para quienes llegamos de nuevas a él.

La historia nos sitúa en 1876, cuando Sherlock parece tener algunos contactos con Scotland Yard sin ser aún un Detective Asesor. Precisamente, la propuesta del autor es acompañarlo en su primera investigación, aunque antes de hacerlo, se nos presenta al personaje: un Holmes devorador de libros, amante de la música, grandísimo observador, etc.

¡ATENCIÓN, A CONTINUACIÓN SE DESTRIPA ALGO DE LA TRAMA!

El primero de los mini volúmenes, subtitulado El problema inicial , se centra precisamente en esa presentación o presentaciones, pues también conocemos el primer contacto de Holmes con Scotland Yard, el inspector Colin Pike, o a los Moriarty, padre e hijo. También seremos testigos en estas primeras páginas de cómo el secuestro de un amigo y huésped, hará que Sherlock sea invitado oficialmente por primera vez a formar parte de una investigación con ese título de «asesor». Aun así, aunque sea su estreno público, no se tratará de algo nuevo para él, pues tendremos noticias de los innumerables casos en los que ya ha ayudado para su resolución de forma anónima, casi como diversión o pasatiempo. El volumen terminaba con un gran momento culminante, en el que nuestro protagonista se enfrenta a la muerte de un querido amigo y, quizá por primera vez, a la suya propia.

El subtítulo del segundo, Vocaciones forzosas, parece remitirnos a la obligación que siente Sherlock por involucrarse totalmente en el caso tras la muerte de su amigo. Pero más adelante, según se desarrollen los dramáticos acontecimientos, descubriremos que quizá también nos esté adelantando su vinculación definitiva con Scotland Yard. Y no sólo se nos hable de su vocación como detective, sino de la de su archienemigo James Moriarty.

La historia, como en las otras de la serie, no está exenta de momentos de acción intensos e incluso de violencia, aunque no siempre explícita. Algunas escenas me han sobrecogido especialmente, como la paliza a Isabelle y su posterior presencia en la comisaría, o la encarnizada lucha final entre los Moriarty. Pero no sólo me han gustado estos pasajes por su evidente fuerza, también son dignos de mención otros con una enorme carga argumental, como la muerte de Tyron y Colin en comisaría o las últimas dos páginas de la historia… de las que no quiero comentar más…

En esta ocasión, Cordurié cuenta con los dibujos de Alessandro Nespolino, con el que también había colaborado anteriormente en otro arco argumental que tengo pendiente: Sherlock Holmes Society.

Después de haberme enfrentado a los oscuros dibujos de Stevan Subic para M.O.R.I.A.R.T.Y. (comentados aquí), volver al estilo que caracteriza las obras guionizadas por el prolífico autor francés, ha sido todo un gustazo. Y es admirable la capacidad de cada uno de los dibujantes que han colaborado con él en esta saga para mantener la uniformidad del estilo, sin que ello signifique crear obras idénticas.

En definitiva, una nueva y sensacional lectura que he devorado, como las anteriores, en un abrir y cerrar de ojos. Sigo estando fascinando por la creatividad de Sylvain en torno a la figura del detective más famoso del mundo, por lo que no dudo ni un segundo en que ésta, no será la última vez que hable de él.

Por cierto, que releyendo lo que he reseñado en el último año, he obviado totalmente hacer mención a la fabulosa obra Estudio en esmeralda, todo un desliz que debería subsanar también en una próxima entrada. Tiempo al tiempo.

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